Cuando el amor es verdadero no existen obstáculos que no pueda vencer, esa es la historia de Darynka y Karina, quienes tras 9 años como pareja lucharon por su derecho a contraer matrimonio en su ciudad natal, Mazatlán, Sinaloa.
Al inicio su relación se mantuvo en secreto, para “cuidar las apariencias”, pues no sólo deseaban evitar comentarios negativos homofóbicos al respecto, sino que también ésta era la primera vez que una de ellas iniciaba una relación con una mujer.
“Quieras o no era como un conflicto existencial el decir "Híjole me está moviendo el tapete una mujer, a mí, que yo que he tenido otras relaciones con hombres, o sea qué onda, que estoy sintiendo", comentó Darynka Olmos Zermeño, de 31 años.
Sin embargo, aunque para ella fue difícil aceptarse, alguien estuvo siempre a su lado, paciente y comprensiva.
Lee aquí la segunda parte de su historia: El sí, acepto que cambió la historia
“Yo desde niña supe lo que yo quería y cuáles eran mis preferencias, y ella pues de un de repente toparse con esto y darse la oportunidad de abrir sus sentimientos, porque tenía sus dudas, pues es difícil, por eso entendí y fui paciente con ella”, confesó Karina Leyva Garzón, de 35 años.
Ahora, casi una década después su sueño es casarse y disfrutar de los mismos derechos que tiene cualquier pareja heterosexual, y ser humano; pero en un país donde sólo 9 de los 32 estados de la República tienen legislado el matrimonio igualitario, no es tarea fácil.
Mucho menos si vives en Sinaloa, el cual no es uno de ellos.
“Fuimos varias veces a preguntar hace tres años, cuando me lo propuso”, dijo Darynka, “y nos encontramos con negaciones, comentarios como ‘Ay cómo ustedes dos se van a casar si son mujeres’, y por eso lo fuimos postergando un poquito”.
Pero cuando hay amor, nada puede detenerlo. Así que tras enterarse que una conocida suya había logrado casarse sin problemas con su pareja en Nayarit, donde el matrimonio igualitario sí está legislado, Darynka y Karina empezaron a considerar la posibilidad de llevar a cabo una pequeña boda familiar en dicho estado.
Irónicamente, no fue hasta que alguien hizo un comentario negativo en una imagen publicada en el perfil de Facebook de una de ellas durante la celebración de la Marcha del Orgullo Gay, que la oportunidad de casarse en Mazatlán llegó a su puerta, o más bien a su inbox.
“Salió un comentario ahí de una persona diciéndome que me aceptaba y que no tenía nada en mi contra, pero que cómo nos atrevíamos a ir por el malecón exhibiéndonos, a lo que yo respondí que no buscaba crear controversia que solo pedía respeto”, explicó Darynka.
“Y luego luego me mandó un mensaje Montse felicitándome por mi actitud y le conté que nos queríamos casar en Nayarit”.
Seguramente se preguntarán ¿quién es Montse? ¿y por qué es tan importante en esta historia?
Daniela Montserrat De Alba Peña es Maestra en Derecho Constitucional y Amparo, y amiga de Darynka desde la primaria, por lo que se imaginarán su reacción al enterarse que la pareja pretendía renunciar a la boda de sus sueños para llevar a cabo una pequeña ceremonia en otro estado.
“Cuando ella me comunicó eso, yo le hice saber que conocía un método para que pudiera contraer matrimonio en Mazatlán como se merece y así ejercer su derecho de igualdad”, comentó Daniela Montserrat, quien actualmente ejerce la carrera de derecho en Veracruz.
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Se refiere a la tramitación de un juicio de amparo con el uso de una herramienta jurídica, conocida como suspensión de plano, la cual le otorga el derecho a los demandantes en 24 horas por tratarse de un procedimiento innecesario, ya que negarles dicho derecho es un acto prohibido en la Constitución, específicamente la no discriminación. Además que ya existen pronunciamientos de la Suprema Corte al respecto, por lo que usualmente el resultado siempre termina siendo a favor de los demandantes, la diferencia es el tiempo que dura dicho procedimiento.
Un recurso que ella conoce muy bien, ya que su padre, el magistrado José Manuel De Alba De Alba ha escrito extensamente sobre el tema de manera académica, al punto de ser referencia en estados como Veracruz y Guanajuato para dar resolución a casos relacionados con actos discriminatorios como lo es la imposibilidad de parejas homosexuales para contraer matrimonio en cualquier estado de la República.
“Como parejas heterosexuales tenemos el privilegio de decidir cuándo y cómo nos queremos casar y no estamos sujetas a ningún requisito más que presentarnos ante las autoridades estatales para poderlo lograr. Las parejas del mismo sexo tienen que someterse, en la mayoría de los estados de la república, a la tramitación de un juicio de amparo, que en promedio puede durar de 6 meses a un año”, explicó la abogada.
Y así fue, De Alba contactó a Darynka y Karina con la abogada Adriana Macías, experta en juicios electrónicos, quien con el apoyo de De Alba y el precedente de los textos del magistrado De Alba tomaron el caso pro bono y asesoraron a la pareja.
En Sinaloa, Darynka y Karina son la primer pareja del mismo sexo que solicitó la suspensión de plano para contraer matrimonio en Sinaloa, tristemente les fue denegada…
“Estamos pasando por muchas etapas, donde a veces nos niegan algo, pero igual sabemos que si lo logramos ya va estar el camino libre para las demás parejas, para poder hacer su sueño realidad de casarse aquí [en Mazatlán], y que ya no batallen igual que nosotras”, dijo Karina.
Pero eso no detuvo a su equipo legal, quienes finalmente lograron que se les permitiera casarse, e incluso consiguieron, mediante un recurso conocido como Apariencia del Buen Derecho, que se les diera una resolución anticipada para que pudieran planear su boda con antelación como lo hace cualquier pareja heterosexual.
Esa es la verdadera novedad, ya quea pesar de que en Sinaloa hay registro de cinco bodas civiles igualitarias (en Los Mochis, Culiacán y Mazatlán), este es el primer caso que resuelve en menos de 6 meses y con la posibilidad de apartar una fecha con la certeza de que su resolución sería a favor.
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“Yo sé que sólo nada más me voy a casar una sola vez, quiero que sea algo mágico y que dure para siempre tanto en nuestros corazones como en nuestra mente”, comentó Darynka.
“Y yo sé que es la indicada, tú sabes, tú sientes, o sea el corazoncito se te mueve cada vez más y pues no tengo más que agradecerle a Diosito por haberla puesto en el momento en que yo la necesitaba”.
Aunque la solicitud de suspensión de plano de Darynka y Karina fue negada, el caso ha llegado hasta la Suprema Corte de Justicia de la Nación, donde aún se estudia.
Si se resuelve que la propuesta de otorgar suspensión de plano es viable, se crearía un precedente para que todos los matrimonios igualitarios que tengan que acudir al juicio de amparo en el País puedan otorgarse de manera inmediata y no en el término de meses.
Así es, esta historia tiene un final feliz, no sólo para una pareja sino posiblemente para miles. Los sueños no deberían estar sujetos a discriminación y gracias a Darynka y Karina probablemente otros puedan hacer realidad su sueño de casarse en sus ciudades natales, en compañía de familiares y amigos, y tener la boda que siempre desearon.
Tal y como se merecen.
